Una cocina revolucionaria: las mujeres italianas que cocinan para enfrentar el abuso doméstico

Después de sufrir casi dos décadas de abuso doméstico, Nicoletta Cosentino encontró la fuerza para alejarse. Habló con Marianna Cerini sobre su iniciativa social Cuoche Combattenti, que ayuda a sobrevivientes de abuso doméstico a encontrar independencia financiera y autoestima.

Si Nicoletta Cosentino tuviera que describirse a sí misma en una sola palabra, elegiría «tenaz». «Creo que es la palabra que mejor me resume», me dice por teléfono desde Palermo, Sicilia, donde vive. «Aunque me tomó un tiempo reconocer ese aspecto de mi vida».

Dieciocho años para ser exactos: la duración de la relación abusiva en la que estuvo. «Fue un tipo de abuso psicológico, lo que significó que durante mucho tiempo no entendía que eso no era normal», dice con franqueza. «Pensaba que la que estaba mal era yo, debido a la constante denigración a la que era sometida. Cuando alguien te dice todos los días que no eres lo suficientemente buena o que no mereces lo suficiente, se te mete en la cabeza. Empiezas a creerlo».

Hasta que un día —con la ayuda del centro local Le Onde que trabaja con mujeres víctimas de abuso doméstico en Palermo— dejó de hacerlo. «Tan pronto como me di cuenta de la violencia que había sufrido, sentí la necesidad de hablar de ello con otras mujeres y de tender una mano a cualquier persona que pudiera estar en una situación similar», comenta. «Quería que supieran que no estaban solas». 

Cuoche Combattenti (que en italiano significa Mujeres Cocineras Luchadoras) es una iniciativa social que Cosentino puso en marcha en 2019 como resultado de su deseo de ayudar a la gente. 

Con un taller y un programa de capacitación disponibles, el proyecto reúne a sobrevivientes de abuso doméstico y les brinda los medios para ser financieramente independientes, enseñándoles a hacer mermeladas, conservas y salsas, que luego se venden al público. Además de estar hecho a mano, cada producto lleva en su empaque mensajes contra la violencia doméstica como: «Tú lo vales y puedes ser libre», «Los que te aman quieren que seas feliz» y «Siempre hay una salida».

«Los consideramos como mantras y recordatorios de nuestro valor», afirma Cosentino. «Los primeros se me ocurrieron incluso antes de fundar Cuoche Combattenti. Simplemente brotaron de mí. Me gusta decir que son verdades universales que todas las mujeres deberían escuchar».

Ese es especialmente el caso de Italia, donde, según el Instituto Nacional de Estadística (o ISTAT, como se le conoce en Italia), el 31,5 % de las mujeres ha sufrido algún tipo de violencia sexual o física en su vida, y el 29,9 % ha sufrido abusos psicológicos (esta cifra asciende a 35 % para mujeres de 16 a 24 años). Desde principios de año se han registrado 53 feminicidios en el país: eso equivale a uno cada tres días. 

Para muchas de las mujeres que se capacitan con Cuoche Combattenti, la experiencia es transformadora. «Es una oportunidad para empezar de nuevo, pero también para aprender un conjunto de habilidades completamente nuevo y darse cuenta de que pueden hacerlo por sí mismas», dice Cosentino. «Les da un nuevo sentido de dignidad». 

El logo del proyecto —un puño levantado que sostiene con orgullo un rodillo— tiene la misma intención: «significa que no somos víctimas, sino luchadoras», afirma. Y que no tienen miedo de convertir la cocina —el lugar al que históricamente han sido relegadas las mujeres— en un pilar desde donde luchar contra la violencia y el abuso.

De cara al futuro, Cosentino espera que más Cuoche Combattenti surjan por toda Italia y que se conviertan en un instrumento de independencia económica y autodeterminación para quienes lo necesiten. 

«La mejor parte del trabajo que hago es la conexión que forjo con las mujeres con las que entro en contacto», expresa. «Juntas podemos superar cualquier cosa y aprender a amarnos a nosotras mismas nuevamente. Eso es lo que más importa». 

Marianna Cerini es una periodista independiente que escribe sobre viajes, moda y artes. Ha escrito para publicaciones como Conde Nast Traveller, BBC Travel, CNN Style y Vogue Italia.