«Todos los cuerpos son dignos... No importa su tamaño, su color o su capacidad»: la escritora que encuentra la autoaceptación escribiendo libros para niños

De niña, aprendí que no debía ser «moti», o «gorda» en idioma hindi/urdu. Cuando me gradué de la secundaria, mi tía nos visitó desde India y le susurró a mi madre en el oído «yeh tho moti ho gayi» —«esta se volvió gorda»— porque había subido 7 kilos en los cuatro años anteriores. Desde ese momento, les preguntaba obsesivamente a mis padres y parientes «¿main moti lag rahi hoon?», que se traduce como «¿me veo gorda?»

He tratado de dejar de hacerme esta pregunta desde que me convertí en madre. No quiero que mis hijos me oigan dudar de mí ni de mi cuerpo, el mismo cuerpo que los dio a luz. No quiero que piensen que «gordo» significa «malo», «poco saludable», «poco atractivo» ni cualquiera de los mensajes negativos impuestos por nuestra cultura. Empecé a contrarrestar esa narrativa dentro de mí leyendo y siguiendo a influencers que defienden la positividad corporal y la liberación de la gordura como Sonya Renee Taylor, Virgie Tovar, Katie Sturino, Meg Boggs, y la practicante de yoga Jessamyn Stanley. He aprendido mucho estudiando el concepto de la liberación de la gordura, incluido el hecho de que la gordofobia está muy arraigada en la lucha contra la negritud y la supremacía blanca.

Otra forma en que trabajo para amarme y aceptarme a mí misma es escribiendo libros para niños. Mi primer libro, Laxmi’s Mooch, que se publicó en marzo de 2021, trata sobre una niña de origen indio estadounidense que acepta y le coge cariño a su joven bigote incipiente. Siendo una niña velluda del sur de Asia que creció en los EE. UU., se burlaban de mí y me hacían sentir poco atractiva debido a mi vellosidad. Cuando escribí mi último libro ilustrado, I Love My Body Because, con mi amiga de toda la vida y experta en fotografía boudoir, Nomi Ellenson, me hizo pensar en mis propias ansiedades y los temores con los que todavía lucho sobre mi cuerpo. Pensé en cómo quería enseñarles a mis dos hijos que todos los cuerpos son dignos, que todos los cuerpos son buenos cuerpos. No importa su tamaño, su color o su capacidad. Estos son mensajes que desearía haber escuchado cuando era pequeña, y espero que los niños (y adultos) de hoy puedan interiorizarlos en su propio camino hacia el amor propio y la felicidad.

Shelly Anand es una abogada civil y de derechos humanos que lucha por los inmigrantes y los trabajadores de comunidades marginadas. Además, es autora de libros para niños.