¿Son las algas marinas el ingrediente revolucionario que el mundo ha estado esperando?
¿Cuál es sin duda el mayor recurso sin explotar en este planeta? uno que puede ayudar a estabilizar el clima, restaurar la biodiversidad y alimentar al mundo sin tierras, agua dulce o productos químicos? Sí, son algas, actualmente representan el 10 % de la dieta en Japón y son una fuente increíble de nutrientes escasos como la vitamina B12, así como proteínas y grasas esenciales.
Sin embargo, las algas marinas tienen mala reputación, según Vincent Doumeizel, asesor principal sobre los océanos del Pacto Mundial de las Naciones Unidas. “Deberíamos llamarlas vegetales marinos para que la gente pueda entender lo deliciosos que son, también deberíamos llamarlos bosques marinos para que la gente pueda entender que debemos protegerlos”, dice Doumeizel con un aire optimista.
El océano cubre el 70 % de la superficie del mundo y, sin embargo, aporta menos del 2 % de las calorías del sistema alimentario humano. La agricultura basada en la tierra (producción agraria, como la llamamos) es el mayor impulsor en la destrucción de la biodiversidad en todo el mundo. Debido a que juega un papel importante en la pérdida del hábitat de la vida silvestre y contribuye con una cuarta parte de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Si produjéramos más de nuestros alimentos en el océano, las granjas de algas marinas resultantes podrían ayudar a reducir la contaminación por fertilizantes que se arrastran de la tierra, además del secuestro de carbono y funcionar como viveros para los peces.
El cultivo de algas no es un escenario hipotético, actualmente se lleva a cabo en 56 países de todo el mundo, aunque el 99 % de las algas cultivadas son producidas en Asia. Los métodos pueden ser bastante rudimentarios, las algas marinas se cultivan en líneas o cuerdas unidas a estacas o plataformas ancladas al fondo marino y se transportan en botes para su cosecha. Es amigable con el medio ambiente siempre y cuando los cultivadores de algas marinas no perturben excesivamente el fondo del océano o talen los manglares costeros.
Y es que los beneficios de las algas no se terminan en la comida. Sus fibras podrían reemplazar al algodón, que requiere volúmenes sorprendentes de agua dulce y productos químicos para producir. Con las algas, la celulosa se disuelve del material cosechado y se hila para crear fibras que luego se usan para producir telas. Si bien gran parte de la ropa convencional libera fibras microplásticas que se acumulan en los ríos, los suelos e incluso en nuestros propios cuerpos, las fibras de algas marinas son completamente biodegradables. Es una idea que se está imponiendo; la diseñadora de moda ítalo-japonesa Leticia Credidio utiliza algas en su nueva colección llamada Ocean.
Las algas están teniendo un éxito increíble. Gracias a los esfuerzos de Doumeizel, las algas llamaron la atención de las Naciones Unidas, quienes ahora las promueven como una forma de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Nueve de los 17 ODS, desde el objetivo de acabar con el hambre, hasta la igualdad de género (las mujeres tienden a beneficiarse especialmente en las comunidades costeras que cultivan algas marinas), se cree que avanzan gracias al desarrollo de ellas.
Si se manejan correctamente, las algas marinas son capaces de restaurar los océanos, ser beneficiosas para nuestra salud y ayudarnos a dejar nuestra adicción a los plásticos. No es de extrañar que las llamen la revolución.
Te damos cinco datos fascinantes que debes saber acerca de las algas marinas:
- Una pequeña cantidad de algas rojas añadidas a los alimentos para animales puede reducir las emisiones de metano producido de las vacas en un 82 %, lo que ayuda a compensar el calentamiento global.
- Las algas marinas son la única fuente “vegetal” de vitamina B12 y ácidos grasos omega-3, esenciales para una buena salud.
- Los plásticos producidos a partir de algas marinas no solo pueden ser biodegradables sino también comestibles.
- Las algas marinas pueden tener diversos beneficios médicos, con propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y analgésicas tanto en forma cruda como cocida.
- El cultivo de algas marinas requiere de muy poca inversión en alta tecnología, se puede llevar a cabo fácilmente en países en desarrollo con materiales accesibles, como cuerdas y postes de madera.
Mark Lynas es un autor y activista radicado en Gales. Es asesor sobre el clima del expresidente de Maldivas Mohamed Nasheed y su último libro se llama Our Final Warning: Six Degrees Of Climate Emergency.
