Sobre la vergüenza y hablar sin miedo
La vergüenza es un concepto retorcido. Es una construcción social y patriarcal desarrollada para encasillarnos, enseñándonos a comportarnos de acuerdo con algún tipo de código moral, político o cultural. Descifrar y desmantelar la vergüenza puede ser exponencialmente más difícil que establecerla en primer lugar, lo que hace que el esfuerzo parezca casi demasiado colosal para abordarlo. Es por eso que una de mis principales prioridades es dar espacio a aquellos que están dispuestos a hablar sobre temas considerados «vergonzosos», como el aborto.
«Cuando se trata del aborto, lo personal es mucho más peligroso que lo político», escribe Mona Eltahawy en el artículo especial de Service95 de esta semana, un ensayo sobre los derechos reproductivos en los Estados Unidos y el grave peligro que corren en este momento. Para aquellos que se sienten capaces de hacerlo, hablar sin reservas ayuda a vencer la vergüenza. Por lo tanto, en nuestras historias compartidas podremos encontrar puntos en común para «sacar el tema del aborto de la oscuridad e integrarlo en el discurso público como el derecho humano que es».
Cada una de las palabras de la historia de Mona han tocado una fibra sensible en mí y espero que sientas lo mismo cuando tú las leas.
Dua x
