#SetMeFree: ¿Será el 2024 el año en que finalmente los ciudadanos kosovares puedan circular libremente?

Kosovo es un país prácticamente sinónimo de juventud: acaba de cumplir 15 años y la mitad de su población tiene menos de 27 años. Desde que se declaró independiente de Serbia en 2008, la integración en Europa ha sido una de las principales prioridades en la agenda política del país. Vinculado a esto está el problema de larga data de la liberalización de visas. Una vez resuelto, esto permitiría a los ciudadanos ingresar a la Unión Europea sin visa por un periodo de hasta 90 días. La UE propuso enero de 2024 como fecha para la liberalización de visas, aunque muchos aún se muestran escépticos dado el historial de aplazamientos de la UE. 

El camino de Kosovo para poder viajar sin visa comenzó en 2012. Sin embargo, a pesar de haber cumplido con una larga lista de condiciones desde 2018, hasta ahora se había progresado poco en la consecución del objetivo. Algunos países de la UE continúan oponiéndose a su intento de unirse al régimen sin visa y los ciudadanos kosovares, en particular los jóvenes, han sufrido las consecuencias. 

Fue a la luz de estos desafíos que Sunny Hill Festival anunció el lanzamiento de la campaña #SetMeFree. Dukagjin Lipa, fundador del festival anual de música en Prishtina (y padre de la creadora de Service95, Dua Lipa), tuvo la idea de utilizar la plataforma del festival para centrar la atención en el problema e instar a los órganos decisorios a eliminar los requisitos de visa. Los asistentes al festival usaron brazaletes estampados con el hashtag y las redes sociales se llenaron de apoyo. 

El objetivo de Sunny Hill fue compartir talento y entretenimiento internacional con una juventud que de otro modo no tendría acceso, sobre todo por la falta de inversión en arte y cultura en Kosovo. «Lo que podemos exportar es música, arte, cultura y deportes» dijo Lipa. «Estos son nuestros embajadores». 

Para la juventud de Kosovo, la consigna Set Me Free (o «Libérame» en español) resume los sentimientos generalizados de impotencia y la necesidad profundamente humana de ir más allá de los límites de tu propio país para intercambiar ideas y experiencias con tus pares en el extranjero. 

El verano pasado, el director del Movimiento por la Democracia, Mexhid Ramusa, organizó una protesta frente a la oficina de la UE en Prishtina junto con otros activistas. Allí, construyeron una prisión para representar el aislamiento al que se enfrentan los kosovares. «Nos tratan como ciudadanos de segunda», explica Ramusa. «Y no podemos adquirir conocimientos». Según él, tales restricciones impiden que los kosovares se den cuenta de su propio potencial. 

Kosovo es el único país entre sus vecinos que todavía no goza del derecho a circular libremente. Actualmente, solicitar una visa es un proceso complejo y costoso, que requiere mucho tiempo y a menudo termina en frustración y rechazo. 

Habiendo obtenido una carta de aceptación para matricularse en un curso de formación en medios de comunicación en Alemania, Elion Kollçaku, un periodista que vive en Prishtina, tuvo que conseguir una visa para poder asistir. «El problema era que ni siquiera podía conseguir una cita para solicitar la visa», afirma Kollçaku. «Fue así de difícil». Era una oportunidad que se había ganado pero que, debido a las restricciones, al final terminaría perdiendo. 

Además de empoderar a la juventud, viajar sin visa conlleva la promesa de intercambio cultural, además de mayores oportunidades y un progreso esencial en todos los sectores de la sociedad. Marigona Shabiu, directora ejecutiva de la Iniciativa Juvenil por los Derechos Humanos, recuerda su propia experiencia al solicitar una visa para viajar a España cuando tenía 18 años. Para ese entonces, la embajada española más cercana quedaba en la República de Macedonia del Norte, a unos 96 kilómetros de donde ella se encontraba en ese momento. Pero no se arrepiente. «Ir a Skopje para solicitar la visa, que luego me permitió viajar a España, fue la mejor decisión de mi vida», afirma. «Me abrió muchas puertas». 

Según Shabiu, viajar a la UE le permitió acceder a sesiones de capacitación y conferencias, y la ayudó a crecer tanto personal como profesionalmente. Cuando regresó a casa, su experiencia trajo incluso más beneficios para la comunidad. 

En general, el anuncio de la liberalización de visas en 2024 se considera como un gran avance. Para muchos ciudadanos que han estado esperando durante años, es difícil no ver esto como otra promesa vacía, pero hay algo de esperanza. Y una vez que se conceda este derecho humano, Lipa está convencido de que «Europa se beneficiará enormemente de la creatividad de nuestra juventud». 

Suzana Vuljevic es escritora de cultura, editora y traductora, y su trabajo ha sido publicado en AGNI y Eurozine, entre otros.