La belleza de la aceptación
Bienvenidos a nuestra edición especial sobre belleza. Últimamente, vengo pensando mucho acerca de los estándares de belleza, y algo que me tocó la fibra sensible fue la cita de Jessica DeFino (incluida en su artículo de esta edición): «los estándares de belleza provienen de las fuerzas opresivas del patriarcado, la supremacía blanca, el colonialismo y el capitalismo». Sin darnos cuenta, aprendemos y adoptamos ciertos estándares dictados por la sociedad y no nos sentimos lo suficientemente bien si no los cumplimos (y, sin duda, hay una cierta expectativa de cómo deberías lucir como estrella del pop). El artículo de DeFino es un recordatorio para cuestionar nuestra relación con la belleza. ¿Por qué hacemos lo que hacemos? ¿Es la sociedad quien lo define o es nuestro yo auténtico quien lo determina? Me encanta experimentar con el cabello y el maquillaje (sigue leyendo y descubre algunos de mis mejores trucos), pero no lo hago porque el mundo me lo diga. Lo hago porque me permite expresarme de una manera en que las palabras (o las letras de las canciones) no pueden. Hay poder en esto. El poder del individuo. El poder de celebrar tu yo auténtico. En definitiva, eso es la belleza de verdad.
Dua x
- Para refrescar tu polvo compacto, cúbrelo con cinta adhesiva y retírala para eliminar la acumulación de impurezas y aceites.
- Para lograr un ojo alado perfecto, aplica la cinta facial de forma diagonal a lo largo de las esquinas exteriores del ojo y utilízala como guía.
- Aprieta tu cepillo de rímel con pinzas y luego sujeta pequeños grupos de tus pestañas inferiores con estas para lucir unos ojos de telaraña.
- Cambia el color de tu labial agregando un toque de corrector.
- Para lograr tu peinado más elegante, usa un cepillo de dientes para domar los cabellos sueltos.
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