El parque cultural que ayuda a recuperar ciudades abandonadas

En el corazón de la antigua ciudad siciliana de Favara, no muy lejos de Agrigento, se encuentra un palacio abandonado del siglo XIX que alberga un bosque. La hiedra trepa por paredes grises que se desmoronan, enmarcando un mural de hojas gigantes pintadas en diferentes tonos de verde. Los arbustos delimitan las escaleras que conducen arriba y abajo a diferentes pisos y laberintos de habitaciones, con espectaculares techos abovedados y balcones bañados por el sol. Algunas habitaciones reproducen proyecciones de la naturaleza y la vida silvestre, mientras que en otras se escucha música zen y relajante. Las hileras de enredaderas actúan como papel tapiz y los tallos trenzados de las plantas de castaño de Guayana parecen pantallas de lámparas diseñadas por la madre naturaleza. El último conjunto de escaleras conduce a una terraza en la azotea cubierta de arte, con vistas a los tejados de Favara, su catedral de azulejos de terracota y las áridas colinas más allá. Presentamos Palazzo Miccichè, el último proyecto de Farm Cultural Park, una ambiciosa organización de arte que recuperó una ciudad abandonada. 

En 2010, a una pareja siciliana compuesta por el notario Andrea Bartoli y la abogada Florinda Saieva, se les ocurrió la idea de regenerar Favara, una ciudad pequeña y deteriorada que sufría de desempleo y pobreza. Juntos compraron varios edificios vacíos y siete patios en el centro semiabandonado de la ciudad, para luego convertirlos en un espectacular complejo de arte, donde las paredes se utilizan como lienzos y espacio al aire libre para la exhibición de instalaciones y esculturas de artistas internacionales y locales. En el interior, las exposiciones rotativas se centran en temas políticos y sociales, mientras que en una cafetería se sirven bebidas y aperitivos sicilianos. A lo largo de los años, el parque cultural no solo ha atraído a turistas, sino que también ha ofrecido a los lugareños un lugar para reunirse, hablar y socializar. 

También creó empleo en una ciudad que realmente lo necesitaba y ofrece talleres gratuitos para jóvenes residentes sobre temas que abarcan la arquitectura, las habilidades de liderazgo femenino y la política. 

Posteriormente, Bartoli y Saieva restauraron el entonces abandonado Palazzo Miccichè, creando un espacio de exposición permanente que explora la relación entre la naturaleza y la humanidad. 

Su objetivo es llenar el edificio con 1000 árboles para crear un enclave verde que puedan disfrutar tanto los residentes locales como los visitantes. La exposición, llamada «Human Forest», se inauguró en 2020, justo cuando la pandemia se estaba extendiendo, por lo que sigue siendo un secreto poco conocido. «Favara carece de áreas verdes, por lo que era importante para nosotros crear un espacio en el que las personas pudieran interactuar con las plantas y crear una relación mutua», explica Saieva. «Es un bosque, una selva, un espacio secular y a la vez sagrado».

A principios de este año, la pareja inauguró su primer proyecto fuera de Favara: el Palacio Tortorici en la ciudad barroca de Mazzarino. Este, al igual que el anterior, está diseñado para hacer frente a la despoblación de las pequeñas ciudades sicilianas. Entre los aspectos más destacados figuran un tranquilo jardín interior y un patio inspirados en la arquitectura de estilo riad, complementados por una piscina relajante y llamativos azulejos de chevrón. 

Conocido como la «Embajada», el edificio está lleno de arte, música y diseño contemporáneo, pero también ofrece cine, actividades creativas, eventos y una biblioteca de revistas y periódicos para los jóvenes locales. Por todo lo anterior, «Farm Cultural Park es más que un centro cultural», explica Saieva. «Es una comunidad, por eso a menudo lo llamamos El Museo de la Gente». 

Ella Alexander es editora colaboradora digital en Harper’s Bazaar UK y ha escrito para Glamour UK, Italy Segreta y Mr And Mrs Smith