Conoce a la activista por los derechos de las mujeres, artista y poeta Yeldā Ali
Yeldā Ali y yo acordamos reunirnos por Zoom a principios de diciembre de 2021, pero poco antes me envió un correo electrónico rápido diciéndome que se sentía enferma (no era COVID) y tuvimos que posponer nuestro encuentro. Desafortunadamente, después resultó que sí tenía COVID y tuvimos que posponerlo una vez más. Y luego otra vez. Cuando finalmente nos conocimos, tenía muchas ganas de saber cómo se sentía. Pero aunque su voz áspera evidenciaba las secuelas de su lucha contra Ómicron, la artista y activista afgana-canadiense radicada en Nueva York descartó tranquilamente mis preocupaciones. Su enfoque principal no es su propia salud, sino la creación de conciencia sobre las causas que le apasionan.
Y no es de extrañar que quiera ir directamente al grano: Ali lleva una vida ajetreada. Y además es una mujer multifacética. Como DJ, se ha presentado con artistas de la talla de Alex Rodríguez y BeyGOOD. «Nunca me he considerado una DJ», explica. «Es solo una de las cosas que hago». Su trabajo en torno a temas sociales y políticos es lo que realmente representa sus valores y su misión de vida. Como miembro de la diáspora afgana (su madre huyó de Afganistán cuando estaba embarazada de Ali), pasa su tiempo planteando cuestiones relacionadas con la comunidad y elevando las voces marginadas de los afganos tanto en «casa» como en el extranjero. Este enfoque en las voces ignoradas es el hilo conductor que caracteriza su trabajo. La inspiración detrás de su colección debut de poesía publicada en 2020 con el título de Outlet —la cual analiza la salud mental desde múltiples facetas— nació del deseo de «aportar perspectivas y realidades de personas que generalmente no tienen la oportunidad de expresar sus voces». Además de hacer todo esto, Ali administra la plataforma global de mujeres Camel Assembly, un colectivo de diversas creativas que se reúnen para compartir ideas, organizar eventos y participar en el activismo.
En 2017, dos años después de cofundar Camel Assembly con Keisha Hannam, a Ali se le ocurrió el lema #MarchingDaily en respuesta a la Marcha Internacional de Mujeres de ese año. ¿Su motivación? «[La mayoría de las mujeres] no dicen: “Quiero quemar mi sostén y marchar una vez al año”», afirma. «Los cambios reales se producen a través de las tareas esenciales y minuciosas que llevamos a cabo todos los días». A fines de 2021, transformó la plataforma en una organización sin fines de lucro registrada y ahora quiere centrar su atención en la seguridad de las mujeres, porque «las mujeres nunca podrán hacer nada si en el fondo no se sienten seguras». Desde que era niña y le preguntaban qué quería ser cuando fuera grande, Ali supo que quería «compartir historias y luchar por la libertad». No cabe duda de que ha cumplido esa profecía.
Para brindar un mejor apoyo a las comunidades afganas, Ali recomienda convertirse en un aliado de los «refugiados en tu vecindario» y al mismo tiempo aprovechar las siguientes organizaciones:
- Panah Charity: esta organización benéfica con sede en los EE. UU. apoya a las personas privadas de sus derechos en Afganistán.
- Women For Afghan Women: trabaja para apoyar a mujeres y niñas afganas vulnerables en Afganistán y Nueva York.
- Bayat Foundation: brinda recursos y apoyo a mujeres y niños afganos en situación de riesgo.
- Afghan American Foundation: amplifica las voces de la diáspora afgana en los Estados Unidos.
- Aseel: una organización humanitaria global que ayuda a las personas a donar asistencia y paquetes de emergencia directamente a comunidades específicas en Afganistán.
