Cómo la pandemia hizo de Malasia una nación de amantes de las librerías

Cuando el confinamiento nacional de 2020 obligó a las empresas en Malasia a cerrar sus tiendas físicas, el destino de las librerías de propiedad independiente parecía estar en la cuerda floja. 

Antes de la pandemia, un estudio de 2019 encontró que, en Malasia, generalmente solo se leen dos libros al año en promedio. Pero algo fascinante les sucedió a los malasios cuando se vieron obligados a aislarse en sus hogares: comenzaron a leer más. Según la Biblioteca Nacional de Malasia, el préstamo de materiales de lectura digital se duplicó entre 2019 y 2020.

Las librerías que pudieron establecer su presencia en internet vieron un resurgimiento en las ventas. Pelita Dhihin, una librería con sede en Petaling Jaya especializada en literatura y filosofía islámica local e internacional, registró un aumento del 30 % en las ventas en 2020 en comparación con 2019. 

Es en medio de este prometedor aumento de la demanda que algunas librerías tradicionales han podido mantener sus puertas abiertas, mientras que nuevos jugadores también se han animado a abrir tiendas. Tokosue comenzó como una tienda en línea en Shopee (una plataforma de compras en línea líder en el sudeste asiático) durante la pandemia y le fue tan bien que la fundadora Sue Ahmad se animó a perseguir su sueño de abrir una librería física. Ahora ubicada en el centro comercial Wisma Central, Tokosue se enfoca en libros autoeditados y revistas de bricolaje, y organiza pequeños conciertos de música, eventos de arte y lecturas. 

Riwayat, que también abrió durante la pandemia, es otra librería ubicada en un edificio construido antes de la guerra en el centro de Kuala Lumpur. Fundada por un dúo de coleccionistas de libros, Riwayat destaca principalmente libros raros, usados y antiguos, con un enfoque en la historia, la cultura y la política de Malasia y el sudeste asiático.

Las librerías también sobreviven porque a menudo también son centros comunitarios que generan seguidores en torno a intereses, idiomas, géneros, tendencias políticas o identidades particulares. Moontree House, un pequeño local escondido en las afueras del centro turístico de Central Market, es un ejemplo de una librería con libros en chino sobre feminismo que además cuenta con un pequeño café. Un pequeño cartel debajo del letrero de la tienda presenta una ilustración de una mujer en un cheongsam (un vestido chino) y dice, de forma acertada, «BEBE CAFÉ Y APLASTA EL PATRIARCADO». 

Balai Buku Raya está ubicada en el edificio Zhongshan (un colectivo de artistas radicados en KL) y tiene una base de clientes leales atraídos por su colección de libros y revistas raros y agotados tanto en malayo como en inglés. Dentro de la única habitación de la librería, los libros antiguos ya no caben en los estantes y se apilan en pisos y mesas. 

Para encontrar las librerías más interesantes de Kuala Lumpur, tendrás que buscar debajo de la superficie. Eso significa alejarse de los grandes centros comerciales como KLCC y Pavilion, y aventurarse a encontrar librerías modestas y de nicho escondidas en conjuntos de tiendas alejadas y centros de artistas. Es posible que no siempre encuentres el libro que estás buscando, pero seguramente los libros que encuentres te sorprenderán y deleitarán.

Lily Jamaludin es escritora, poeta y trabaja en una ONG de Malasia.